Vender es un reto cotidiano al que se enfrentan numerosas empresas por lo que suelen invertir innumerables recursos humanos, logísticos y financieros. Para incrementar las ventas es conveniente contar con una estrategia adecuada.
A continuación, te presento algunas recomendaciones que debes tomar en cuenta al llevar a cabo tu proceso de ventas:
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Conoce a tu cliente. Antes de iniciar un proceso de venta, es importante que conozcas a tu posible cliente. Investiga su comportamiento, analiza cuáles son sus necesidades. Al tener claras las necesidades podrás adecuar tu oferta de venta y crear un discurso más sólido que puede ayudarte a concretar una cita. Internet puede ser una buena herramienta para encontrar información de tu prospecto. LinkedIn es un buen punto de inicio, ahí suelen compartirse datos profesionales de quienes integran empresas y organizaciones. Un asistente virtual puede ser de gran ayuda durante este proceso. En Octhopus podemos ayudarte a prospectar los clientes más adecuados para tu empresa.
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Elabora un Proceso de Compra, no de venta. Cuando identifiques un posible cliente, basa tu estrategia en cómo el cliente realiza la compra y no en cómo tu empresa vende. Cuando finalmente vayas a conversar con el prospecto, este conocimiento podrá guiar el procedimiento de compra/venta porque partes de la realidad de ese potencial cliente. Recuerda entender y respetar el comportamiento de tu consumidor cuando te encuentres en una reunión de ventas.
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Busca llegar lo más alto que puedas. Muchas empresas cuentan con departamentos de compras, por lo que suelen contar con una cartera de proveedores en la que es difícil entrar. Además, la decisión de compra queda en manos del comprador y no del usuario final. Toma en cuenta que en muchas ocasiones estos compradores reciben muchas llamadas, lo que implica una sobreoferta que satura el cliente. En la investigación que realices sobre el posible cliente, identifica a las personas responsables de tomar la decisión final sobre la adquisición de productos o servicios, busca reunirte directamente con ellos para presentarle tu empresa y lo que puedes hacer para agregar valor.
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Ten claro cuál es el valor agregado de tu producto. Pregúntate cómo tu producto o servicio puede cubrir la necesidad del cliente, cómo puedes genera valor a su empresa. Sé honesto al crear tu oferta, no intentes vender lo que no podrás cumplir, esto solo jugará en tu contra. No hay nada peor que un cliente insatisfecho.
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Invierte tiempo con quien realmente tiene interés. Es común que los vendedores quieran intentar forzar una venta para alcanzar las metas personales y las de la empresa. Pero cuando el prospecto no está realmente preparado para comprar, todo se resume en la pérdida de tiempo y recursos. Por eso es fundamental que el vendedor intente identificar el potencial del cliente. Enfocarse en prospectos preparados traerá más ganancia para tu empresa. La prospección del cliente que realices puede darte esta información.
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Da seguimiento a tus prospectos. En algunos casos hay clientes potenciales que no concretan una compra. Esto no debe tomarse como un fracaso, por el contrario debe considerarse como una oportunidad a largo plazo. Mantener el contacto con los posibles clientes a través de correos electrónicos con información de nuestros productos o servicios, hacer llamadas regulares y dar seguimiento son buenas opciones, de esta forma, en el caso de que sus necesidades cambien, tengan presente nuestra cartera de productos o servicios y puedas reaccionar rápidamente.
No importa cuántas puertas se cierren, no dejes de insistir. Recuerda que la perseverancia es un ingrediente importante en las ventas.