¿Te la pasas pensando en todo lo que tienes que hacer y eso te agobia y te distrae de lo que estás haciendo?
A esto se le llama el efecto Zeigarnik. El efecto Zeigarnik es la tendencia a recordar más las tareas o actividades que no hemos acabado o que tenemos que hacer que las que ya terminamos.
Esto no es malo pero puede ocasionar más estrés de lo deseable ya que estamos pensando en todas aquellas actividades que no hemos terminado (y que tal vez ni siquiera hemos comenzado) y afectar nuestra productividad. Sin embargo, hay maneras de controlar el efecto negativo que puede tener esta tendencia, aquí te mencionamos algunas.
Haz una lista de las actividades que debes realizar por día y pon una paloma o táchalas cuando las termines. Te sentirás muy bien al ver varias actividades terminadas y recordarte tus logros al final de cierto período. Si no haces una lista, estarás pensando en lo que tienes que hacer, te generará estrés y puedes olvidar realizar algunas tareas lo que te podrá generar más angustia y preocupación de la necesaria.
Para tu lista de actividades, usa lo que mejor te funcione, puedes tener un cuaderno solo para eso, o una app en tu celular o teléfono. La ventaja de tener tu lista en una app es que la puedes ver y editar dondequiera que te encuentres, puedes ponerle recordatorios y fechas y puedes incluso compartirla con alguien más.
Procura terminar lo que empieces y no empezar algo nuevo (a menos que sea necesario) hasta terminar lo anterior. A tu lista de tareas, asígnales un número en el orden en las que las irás realizando. Y procura no empezar una nueva tarea hasta que hayas terminado la que estabas realizando. Esto te ayudará a ir teniendo pequeños logros a lo largo de tu día y te sentirás más satisfecho y feliz al final del mismo.
Para poder enfocarte y terminar lo que empezaste puedes usar la técnica Pomodoro, en la que trabajas por intervalos de tiempo (tradicionalmente de 25 minutos de duración) y luego tomas descansos cortos.
Es importante que diario celebres los pequeños logros porque eso es lo que te motivará a querer lograr más. Date un pequeño premio cuando termines tu lista diaria. Por ejemplo, lee algo que te guste, ve un programa o serie que quieras ver, juega un videojuego, etc.
Procura terminar todos tus pendientes por día para lograr ese pequeño premio. Recuerda que acumular tareas sólo te traerá más estrés.
Todos los días tenemos muchas tareas por realizar. Lo importante es asignarte metas diarias por escrito, buscar terminarlas y darte un pequeño premio cuando las termines.