Debido a la constante exigencia por lograr las metas, dedicarse a las ventas puede ser una labor muy estresante. El estrés no permite pensar con claridad y esta falta de concentración puede llegar a convertirse en el principal obstáculo para superar las cifras establecidas.
Si tú te dedicas a las ventas y estás buscando una forma de hacer crecer tus ventas te recomiendo que comiences a meditar. Mejorar el rendimiento de tus ventas es posible con la meditación. La meditación te permite dirigir la energía mental y emocional hacia tus objetivos, en lugar de distraerte de lograrlos. Aprender a meditar puede tomar tiempo y práctica, pero con constancia nada es imposible.
Meditar de manera cotidiana te permite:
- Concentrar tu atención. Gracias a que la meditación te ayuda a vaciar la mente de pensamientos negativos, puedes tener una mejor perspectiva de las situaciones, con lo que tendrás un panorama más claro. La meditación te ayuda a mejorar la concentración entrenando tu cerebro para enfocarse en ignorar las distracciones y enfocarse sólo en las metas. Esta habilidad también trae beneficios a tus clientes. Con la meditación podrás desarrollar la escucha activa, habilidad muy importante en las ventas. Si te olvidas de los detalles de la reunión o pierdes el rastro de lo que realmente buscas, la meditación te ayudará, con lo que lograrás entender mejor a tus clientes.
- Relajarte. La relajación te ayuda a despejar tu mente de las situaciones y pensamientos estresantes y también ayuda a tu cuerpo a liberar la tensión acumulada. La meditación aumenta tu estado de alerta. También ayuda a mejorar la comunicación con tu cliente pues al sentirte más tranquilo comunicarás de forma más clara y transmitirás confianza, porque recuerda que la forma en que se comunica en las ventas es tan importante como lo que se comunica.
- Tomar conciencia de ti mismo. Ser un vendedor exitoso requiere más que persistencia y alcanzar tus cifras. Buena parte del éxito proviene de la inteligencia emocional y de la capacidad para mostrar empatía. Esta aproximación a los clientes te brinda una mejor perspectiva y entendimiento de por qué querrían comprar tu producto o servicio. Ser capaz de identificarse con las emociones de los clientes hará que sea más fácil darse cuenta de cómo abordarlos e identificar a qué tipo de cosas responderán mejor.
- Pensar. Meditar ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y la ingesta de oxígeno, lo que te ayuda a pensar mejor, a tomar mejores decisiones. Esto se debe a que tu tiempo de reacción se acelera, con lo que podrás tener más y mejores respuestas. La meditación mejora la memoria y las funciones de todo el cerebro, me atrevo a afirmar que se trata de una sesión de gimnasia integral para el cerebro.
A continuación, te presento una guía rápida para que comiences a meditar:
- Consigue un espacio tranquilo en el que no te interrumpirán por lo menos durante 10 minutos.
- Siéntate con la columna derecha, alineada. Puedes apoyarte en una pared o en el respaldo de la silla. Debes sentirte cómodo, sin esforzarte.
- Cierra los ojos.
- Nota la tensión en tu cuerpo y suéltala. Relaja tus músculos.
- Respira lenta y profundamente.
- Mantén tu atención en la respiración. Observa cómo entra el aire en tu cuerpo y cómo sale.
- Si un pensamiento llega a tu mente o un sonido te distrae, nota de qué se trata y déjalo pasar, lentamente regresa tu atención a la respiración. No se trata de vaciar tu mente, sino de que se encuentre enfocada en tu respiración acompasada. Mantente así por lo menos durante 10 minutos.
- Pasado este tiempo, regresa lentamente a tu entorno. Escucha los sonidos que te rodean, nota tus pulsaciones, siente la temperatura de la habitación y lentamente abre tus ojos.
- Comienza con 10 minutos y ve ampliando tu tiempo de meditación de forma progresiva hasta lograr 60 minutos diarios.
¿Cómo te sientes ahora? ¿Te encuentras más calmado? ¿Estás más enfocado?
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Andrés Mayo Góngora
Especialista en medios y procesos de comunicación.