En un artículo pasado hablamos sobre el autocoaching. En esta ocasión te platicaremos sobre algunos consejos para llevarlo mejor.
Sacar lo mejor de ti mismo en todos los aspectos de tu vida puede marcar para siempre tu futuro. Para lograr este cometido puedes emplear una técnica en la que tú mismo puedes ser tu entrenador: el autocoaching. Este proceso te permite potenciar tus talentos personales y desarrollar mejor tus capacidades, permitiéndote:
- Adquirir autoconocimiento para tu posterior desarrollo.
- Identificar y afrontar positivamente tus miedos y tus situaciones limitantes.
- Identificar lo que quieres y cómo lo vas a conseguir a través de la elaboración de un plan de acción.
- Saber gestionar tus emociones para obtener equilibrio.
- Aprender a automotivarte para conseguir estar al 100 por ciento de tus capacidades.
- Incorporar técnicas y hábitos en tu vida para obtener una mayor satisfacción personal y profesional.
Con todos estos beneficios, ¿quién no quiere iniciar el autocoaching?
El primer punto a tomar en cuenta es conocer cuáles son las metas a las que pretendes llegar. Esto requiere una profunda evaluación, para lo cual requerirás una buena dosis de autocrítica.
Una vez que lograste reconocer tus objetivos a alcanzar, establece un plan de acción. Es recomendable dividir el proceso en partes más pequeñas, de esta forma, será más sencillo avanzar sin abrumarte, este plan de acción debe incluir fechas de inicio y término. De esta forma te verás obligado a cumplir con cada tarea. En el camino podrás darte cuenta que a veces pequeños cambios son suficientes para lograr tus objetivos.
Los cambios siempre generan incertidumbre y miedos. Para Stefanie Demann, autora del libro Self-Coaching, mejorar el rendimiento en el trabajo, el temor es un componente de toda personalidad, por lo que recomienda no intentar “vencer el miedo” o desactivarlo. Por lo que, si reconoces el miedo al iniciar este proceso, utilízalo como consejero y pregúntate:
- ¿De qué tengo miedo?
- ¿Qué puede pasar en el peor de los casos?
- ¿Qué me quedaría si ocurre los peor?
- ¿Qué puedo hacer para que lo peor no ocurra?
Si aprendes a lidiar con el miedo, podrás evitar los riesgos.
Ahora, el siguiente paso es trabajar tus sentimientos, toma en cuentas que estos ejercen una fuerte influencia en la manera en que piensas y actúas. Si eres de aquellos que ante los retos, lo primero que piensa es “esto no lo lograré”, con seguridad tendrás menos posibilidades que aquellos que siempre tienen una mirada optimista ante cualquier situación.
Aunque parezca imposible, tú puedes cambiar tus sentimientos haciendo una “limpieza mental”. Cambiando tus sentimientos, tus pensamientos y tus comportamientos.
Por ejemplo, ante una situación determinada que te resulta molesta, puedes cambiar tu perspectiva de ver las cosas y adoptar otra, considerado que la situación puede ser entretenida y que con seguridad aprenderás cosas nuevas. Si asumes una posición activa ante la situación, considerando que tu participación aportará cosas positivas, la situación ya no representará una molestia.
Oros puntos que debes tomar en cuenta son:
Celebrar el éxito. Cuando reconozcas el éxito en alguno de los pasos de tu estrategia, celébralo, reconociendo el esfuerzo invertido. Prémiate con algo significativo: un chocolate, una película, etc.
Constancia. Se constante con tu plan de actividades, esta es la única manera de transformar tu realidad.
Paciencia. No intentes correr, en muchas ocasiones hacer las cosas con calma te aportará mejores resultados.
No te avergüences. Asume los fracasos como parte del proceso. La vida no siempre es en línea recta, por lo que no debes avergonzarte. Recuerda que también en el fracaso encontrarás una gran enseñanza.
¡Ánimo!, este es el inicio de un largo camino que te dará grandes satisfacciones. Recuerda que el cambio está en tus manos.
En Octhopus no gustaría conocer tu experiencia, por lo que te invito a compartirla con nosotros.
Por: Andrés Mayo