Evaluar el desempeño de tu equipo de trabajo permite que tu empresa sea más competitiva y eficaz.

Al comprobar el nivel de cumplimiento que alcanzan los objetivos individuales de cada integrante de la organización, la empresa consigue información básica y necesaria para tomar decisiones de manera correcta y acertada. Si el desempeño coincide o supera a los objetivos fijados, se debe alentar a los empleados para que sigan por ese camino. Por el contrario, si este no alcanza los objetivos, no hay que buscar culpables, pero sí detectar los problemas, necesidades y los factores que fallan para corregirlos y lograr lo propuesto.

Para realizar una correcta evaluación de desempeño del personal se deben considerar sus fortalezas, así como sus capacidades, insuficiencias, posibilidades, aptitudes, problemas y el grado de integración.

Algunos aspectos individuales a tomar en cuenta son:

• Qué tanto conoce el trabajo que desempeña.
• Cuál es el nivel de calidad del trabajo que realiza.
• Cómo se relaciona con el resto de personas que integran la organización.
• Cuál es su estabilidad mental y emocional.
• Cuáles son sus capacidades analíticas y de síntesis.

La evaluación de desempeño es un proceso sistemático sin lugar para la improvisación. Por tanto, los evaluadores deben basarse en las siguientes premisas:

• Qué se va a evaluar.
• Forma de realizar la evaluación.
• Periodo de tiempo que se va a evaluar.
• Tiempo en el que se va a repetir (semestral, anual, etc.).
• Quién la va a realizar la evaluación (una empresa externa es más recomendable, puesto que los evaluadores no están influenciados por percepciones personales ni prejuicios).
• Qué medidores se utilizarán (calidad, oportunidades, productividad, motivación, desempeño, etc.) para poder cuantificar el desempeño.

Al realizar la evaluación se recomienda un proceso que no resulte difícil ni aburrido; tomando en cuenta que la persona se sienta integrada, comprenda que forma parte de este, entendida, ayudada, arropada y motivada para ejecutar una evaluación que lo ayudará a mejorar su desempeño y lograr mejores resultados. En ningún momento debe generarse la percepción de que se trata de algo negativo, de lo contrario fracasará y no servirá de nada.

Existen dos tipos de indicadores que pueden utilizarse al realizar la evaluación:

1. Indicadores estratégicos:

• Medición de los avances logrados a través de actividades y procesos.
• Obtención de datos sobre actividades realizadas y componentes.

También existen diferentes métodos de evaluación que pueden utilizarse dependiendo de cada empresa.

1. Autoevaluación: el empleado evalúa su puesto de trabajo, su desempeño y a la organización.
2. Evaluación por iguales: los trabajadores que ocupan un mismo cargo o están en un mismo nivel, evalúan a la organización, al desempeño conjunto, y el puesto de trabajo que ocupan.
3. Evaluación realizada por subordinados: en este caso, ellos evalúan a sus superiores.
4. Evaluación realizada por los superiores: aquí los superiores evalúan a sus subordinados.
5. Evaluación de los clientes: externos a la organización, de los que con ella trabajan, etc.
6. Evaluación 360°: se trata de un método que integra todas las evaluaciones anteriormente descritas. De este modo, analiza la visión total.

Cada evaluación de desempeño debe tener un diseño personalizado basado en las características y necesidades que tenga cada organización.