Para ser competitivos debemos exigirnos lo mejor de nosotros todo el tiempo. Es importante que enfoques tu tiempo en entregar productos y servicios de calidad, y que utilices los recursos disponibles de la mejor manera.
Las asistentes virtuales te pueden ayudar muchísimo.
¿Por qué delegar?
Por dos razones:
- El valor de tu tiempo. Tu tiempo debe estar enfocado donde mayor valor agregue o te permita relajarte al final del día.
- Talento sin responsabilidad laboral. Con una Asistente virtual de Octhopus podrás tener el mejor talento por el tiempo que tu quieras, desde la comodidad de tu oficina (o smartphone).
Hay muchas tareas que puedes delegar a una Asistente virtual para liberar tu tiempo o, mejor aún, crecer tu negocio o práctica profesional. Delega todo lo que no te gusta y te quita tiempo como:
Tareas administrativas
- Llevar tu calendario
- Manejar tu mail
- Buscar información digital
- Darle seguimiento a tus contactos
- Hacer llamadas y coordinar conferencias
- Coordinar citas y reuniones con clientes y equipo de trabajo
- Hacer reservaciones en restaurantes, eventos y de viaje
- Hacer y enviar cotizaciones
- Realizar tu facturación electrónica
- Gestionar tus reportes de gastos
- Capturar datos, transcribir notas y archivos de audio/ video
- Traducir textos no oficiales
- Crear presentaciones
- Imprimir y enviar documentos
Tareas de mercadotecnia básicas
- Administrar el contenido de tus redes sociales
- Crear y editar páginas de internet básicas
- SEO
- Gestionar tu blog
- Actividades básicas de atención a clientes
- Crear presentaciones
Esta lista es sólo un ejemplo de lo que puedes delegar, son actividades que nos consumen tiempo valioso a emprendedores y profesionales independientes. Aunque algunas requieren capacitación e implican una curva de aprendizaje, el retorno de invertir en delegarlas efectivamente siempre vale la pena.
En Octhopus te podemos ayudar a esto y casi todo lo que te imagines que se pueda hacer en línea. Agenda una llamada para ver cómo podemos ayudarte y si somos la mejor opción para ti.
Por: Hugo M. Bretón