Toma decisiones inteligentes en ocho pasos

Toma decisiones inteligentes en ocho pasos

Seguramente todos los días te has encontrado en la necesidad de tomar decisiones, sea para mejorar tu negocio, crear un nuevo producto, cambiar el rumbo de tu vida laboral o para resolver un problema. Y sabrás que no siempre es fácil. Seguramente en alguna ocasión has actuado impulsivamente, o preguntado a amigos de confianza, o confiaste en tus corazonadas, por lo que sabes que no siempre es la mejor forma de tomar decisiones importantes.

De acuerdo con Nadia Goodman, de la revista Entrepeneur, “Cuando piensas en un problema, tu proceso de pensamiento naturalmente está dibujado con ciertas preferencias, como tu punto de vista y suposiciones de la situación. Este tipo de preferencias afectan tu razonamiento; si dejas que éstas dominen tu pensamiento y lógica, podrías tomar decisiones incorrectas llenas de hoyos”.

Para romper con estas ideas prefijadas y apoyarte en la labor de toma de decisiones, te comparto una serie de estrategias que John S. Hammond, Ralph L. Keeney y Howard Raiffa, académicos de la Universidad de Harvard, desarrollaron en su libro Decisiones inteligentes: guía práctica para tomar mejores decisiones. En este texto sostienen que las decisiones acertadas son hijas de un sistema de pensamientos que ayuda a analizar y a reconocer con precisión el momento adecuado para hacer las cosas. A partir de sus análisis recomiendan un enfoque de 8 pasos:

  1. Aborda el problema correcto para encontrar la decisión correcta. Cuando se deben tomar decisiones muchos son incapaces de identificar cuál es el problema al que hay que dar solución. Por esto es necesario entender con claridad cuáles son los puntos a resolver, qué etapas lo conforman y los objetivos que se espera alcanzar en cada una. Así será más fácil identificar el verdadero problema.
  2. Clarifica los objetivos realesUn problema al que nos enfrentamos es tratar de abarcar muchos proyectos al mismo tiempo. Por lo que es necesario delimitar los alcances y los resultados que se deben conseguir. También necesitas estar dispuesto a sacrificar algunos objetivos que pueden poner en riesgo la totalidad del proyecto.
  3. Desarrolla líneas alternas para conducir el proyecto. Aferrarse a una primera idea, sin admitir que puede sufrir modificaciones, conduce al fracaso de tus decisiones. Si hay obstáculos que impiden el avance, hay que encontrar formas creativas para darles la vuelta.
  4. Entiende las consecuencias de la toma de decisiones. Es necesario hacer una lista de factores que pueden impactar al proyecto por las elecciones que se van haciendo en el camino. En ocasiones, son nuestras propias preferencias las que anticipan o retrasan los planes.
  5. Dimensiona con exactitud las decisiones que se toman o se dejan de tomar. Tomar o no tomar decisiones impacta el rumbo de los proyectos. Debes tener claro que dejar de hacer es una decisión y que ésta puede jugar a favor del proyecto. También debes entender que hay etapas en las que es preciso dar un tiempo de maduración, y no hay que hacer nada. Es necesario saber qué pasa si haces algo y qué, sucede si dejas de hacerlo.
  6. Maneja con sensibilidad las etapas de incertidumbre. Todos los proyectos en algún momento presentan dificultades por lo que es necesario enfrentarlas con serenidad. La incertidumbre es un invitado que no deseamos, lo mejor es saber cómo tratarlo.
  7. Cuida la aversión al riesgo. Una de las características de la toma de decisiones es el gusto por la adrenalina que provoca la novedad, es la emoción que nace de comenzar algo nuevo. Ésta puede ser tu mejor aliada, pero se puede transformar en tu peor enemiga si no la tienes bajo control.
  8. Anticipa las decisiones que van eslabonando el proyecto. Si entiendes bien el proceso de tu idea y comprendes la cadena de valor, serás capaz de entender en forma precisa qué debe ir primero y qué después para permitir el movimiento y el éxito de tu plan en tiempo y forma.

“Nuestras decisiones dan forma a nuestra vida. Que las tomemos consciente o inconscientemente, con buenas o malas consecuencias, representan el instrumento fundamental que empleamos para hacer frente a las oportunidades, los retos y las incertidumbres de la vida.” Hammond, Keeney y Raiffa.

Al principio parecerá que seguir este método requiere mucho esfuerzo, pero ofrecen la oportunidad de obtener decisiones más conscientes y exitosas. Con el tiempo lo realizarás de forma más rápida y sencilla.

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Por: Andrés Mayo

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