Marketing del permiso

Marketing del permiso

En la actualidad, la mercadotecnia se encuentra en crisis. A cada instante nos encontramos frente a reclamos publicitarios que pretenden vendernos diferentes productos. Hoy, las empresas invierten millones de pesos en campañas para posicionarse.

¿A qué me refiero con la crisis de la mercadotecnia?

A que cada vez estas campañas logran menos resultados. Los canales tradicionales de venta, como la televisión, la radio, los medios impresos e internet ofrecen anuncios que irrumpen en nuestra cotidianidad sin consultarnos, por lo que en muchas ocasiones se tornan tan molestos al grado de que la audiencia los evitan, cambiando de canal, de estación o simplemente ignorándolos. Al final, los anuncios son como mensajes en botellas lanzados al mar, en espera de encontrar a quien les preste atención.

Debido a estos, poco a poco y de forma inadvertida, otro tipo de campañas mercadológicas ha ido surgiendo y con mejores resultados. Esta estrategia es conocida como Marketing del Permiso.

De acuerdo con Seth Godin, quien desarrollo el concepto, el Marketing del Permiso es esperado (porque las personas desean escucharnos), es personal (porque los mensajes están directamente relacionados con el cliente individual) y pertinente (porque el marketing está relacionado con algo en lo que está interesado el posible cliente).

Si te preguntas cómo funciona, te aseguro que ya los sabes. ¿Recuerdas aquella ocasión en la que compraste un producto y te preguntaron si deseabas darte de alta en la lista de correos de la marca?

Se trata de que el producto o la marca obtengan nuestro permiso para personalizar sus anuncios de acuerdo a nuestros intereses. Pueden lograrlo mediante estímulos (“Al darte de alta en nuestra lista de correos recibirás un adelanto de las novedades editoriales”), descuentos (“Inscríbase a nuestra base de datos y le enviaremos ofertas exclusivas para los socios del club”), regalos (“Compártanos sus datos y le enviaremos una muestra gratis”).

Una de las características principales de esta nueva estrategia es que somos nosotros, los consumidores, quienes buscamos a las marcas, productos o servicios y con esto aceptamos recibir la publicidad y comunicaciones.

La mercadotecnia tradicional tiene al consumidor a su merced. Los profesionales de esta disciplina pueden enviar anuncios con toda la frecuencia que se puedan permitir sin consultar a la audiencia. Pero con el Marketing del Permiso las cosas cambian. Los consumidores podemos cancelar el permiso en cualquier momento. Tener esto en mente hace que el profesional se esfuerce por trabajar mejor, por ofrecer mejores comunicaciones, con el objetivo de asegurarse de que no va a ser la última.

Seth Grodin, afirma que el Marketing del Permiso convierte a los desconocidos en amigos y a los amigos, en clientes vitalicios. 

Y tú, ¿utilizas esta nueva estrategia de mercadotecnia para dar a conocer tus productos y servicios?

Por: Andrés Mayo 

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